Saltillo, Coah., 19 SEP.-El obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, reprobó la inmunidad que se concedió al ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, por la masacre de indígenas en Acteal en diciembre de 1997, ya que señaló “quienes vivimos en Chiapas en esa época, sabemos que (el ex mandatario) es el principal responsable de esa Masacre, y nos avergüenza que sea el Gobierno de México el que pida inmunidad para él ante el gobierno norteamericano”.
El prelado refirió que de entre los autores intelectuales de aquella masacre “está en primer lugar el que en ese momento era el presidente de México, Ernesto Zedillo”, estableció.
Él como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas es responsable de la estrategia contrainsurgente a base de grupos paramilitares, en un hecho que el 22 de diciembre de 1997, masacraron a 45 indígenas, la mayoría mujeres y niños.
Ese acontecimiento que enlutó la región y provocó un escándalo a nivel nacional e internacional, dejó al descubierto la estrategia criminal de contrainsurgencia utilizada de parte del Gobierno Federal, a base de grupos de asesinos.
“Después de esta masacre en Acteal, al Gobierno no le quedó otra salida, que bajar el perfil a su estrategia”, sostuvo.
Sin embargo, pasados los años, la semana pasada, recordó, por petición del Estado Mexicano, Estados Unidos de América pidió para Zedillo Ponce de León, la inmunidad ante un Juicio Civil que enfrenta por la Masacre de Acteal en un juzgado en el estado de Connecticut.
A través de un comunicado, el obispo señaló que otro acto de impunidad cometido fue el hecho de que los 87 paramilitares participantes en la masacre, quienes fueron identificados por las y los sobrevivientes, procesados y sentenciados, a partir de agosto de 2009, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) “ha excarcelado de manera inexplicable por lo menos a 50 de ellos, dejando no solamente a los autores intelectuales, sino a los autores materiales, en la impunidad”.
Al respecto, refirió Vera López que el “azote” de los grupos paramilitares que se ha reactivado en Chiapas, en donde a partir del 6 de septiembre pasado, el grupo paramilitar Paz y Justicia atacó a la Comunidad de San Patricio, municipio de Sabanilla, Chiapas, ahora llamado Nueva Comunidad Comandante Abel.
Ante los signos de muerte y destrucción que desgarran a nuestro país, el obispo radicado ahora en Coahuila, hizo un llamado “a trabajar por la paz, la justicia y el respeto al derecho”, ante el problema que se enfrenta a nivel nacional del crimen organizado y sus estragos.
“No podemos quedarnos callados ante las injusticias que cometen “quienes roban y matan, y envían con mentiras e injusticias a la cárcel a inocentes, solamente porque se oponen a sus fechorías y las denuncian”, señaló.
NOTICIAS/TRIBUNA CHIAPAS
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